10 de mayo de 2021

Espacios públicos sostenibles y saludables: retos y oportunidades

El espacio público y la salud están más relacionados de lo que pensamos. Factores como el cambio climático y las enfermedades no transmisibles hacen que el crecimiento sustentable de los entornos sea una de las claves para mejorar la calidad de vida de las personas.¿Qué papel cumplen los proyectos urbanísticos aquí? Te lo contamos.

El bienestar de la población y la conservación del planeta dependen del diseño de las ciudades. Estas evolucionan constantemente, planteando nuevos desafíos en cuanto a la planificación y la ejecución de los espacios públicos. Por eso, los entornos urbanos deben avanzar hacia un modelo de desarrollo que genere sostenibilidad económica, social y ambiental. 

Para lograrlo, es necesario poner en marcha planes que favorezcan la creación de espacios saludables. Con este fin, el Gobierno Nacional de Aragón, en España, lanzó una iniciativa llamada Plan de Salud Aragón 2030, en el que expertos comparten una serie de resoluciones importantes que las ciudades deben acoger:

  • Implementar programas de rehabilitación energética y de accesibilidad.
  • Diseñar espacios públicos bajo parámetros de eficiencia y sostenibilidad.
  • Ampliar el número de espacios verdes en las ciudades.
  • Articular redes de transporte público para una movilidad más sustentable.
  • Reducir las emisiones de gases para mitigar el cambio climático.

5 claves para generar espacios públicos sostenibles

Por su parte, el Instituto de Salud Global de Barcelona, ISGlobal, realizó una investigación en la que identificó una serie de acciones que entidades públicas y privadas pueden poner en marcha para propiciar entornos saludables:

1) Contaminación del aire

Según estudios recientes, la polución afecta a los seres humanos a lo largo de su vida. El alto tráfico, las emisiones provocadas por carros, motos y camiones, y el desgaste de ruedas y frenos son las principales fuentes de contaminación en las urbes.

Para la Organización Mundial de la Salud, el 98 % de las ciudades de países de ingresos bajos y medios no cumple con los niveles seguros de calidad del aire. Sin embargo, en los países de ingresos altos, el porcentaje disminuye a 56 %.

Debido a lo anterior, disminuir la contaminación ambiental es prioritario. ¿Cómo hacerlo? Los expertos de ISGlobal recomiendan:

  • Ciudades para peatones y ciclistas. Las urbes hechas para las personas, con espacios delimitados y zonas verdes, permiten desplazamientos más seguros, fáciles y agradables.
  • Reducción del tráfico motorizado. Los espacios pensados solo para los viajes en automóvil generan contaminación y fomentan estilos de vida poco saludables.
  • El transporte público como columna vertebral. Mejorar la red de transporte público y fomentar su uso reduce la contaminación atmosférica.

2) Ruido 

La contaminación acústica, proveniente del tráfico, las obras de mantenimiento o construcción y los sonidos domésticos, entre otros, es parte de la rutina de millones de personas alrededor del mundo quienes, al acostumbrarse a vivir con ella, no creen que se relacione directamente con el deterioro de su salud.

No obstante, instituciones como la OMS clasifican el ruido procedente del tráfico como el segundo factor medioambiental más perjudicial en Europa, detrás de la contaminación del aire. 

En ese sentido, la planificación urbana desempeña un papel importante para disminuir los niveles de ruido en los centros urbanos. Para lograrlo, los investigadores del ISGlobal proponen:

  • Usar pavimento sonoreductor en las calzadas.
  • Establecer un límite del volumen de tráfico.
  • Disminuir los límites de velocidad.
  • Promover zonas silenciosas, por ejemplo, espacios verdes.

3) Espacios naturales

Reducir el estrés, alargar la expectativa de vida y mejorar el estado de salud físico y mental, son algunos de los beneficios que las personas disfrutan al estar en contacto con la naturaleza. Por eso, los especialistas afirman que las urbes del futuro tienen que darle protagonismo.

Más allá de generar puntos verdes dispersos, estos tienen que usarse para conectar los espacios urbanos. En ese sentido, ISGlobal asegura que la apuesta debe ser por una renaturalización de la ciudad, que se logra por medio de:

  • La distribución de ecosistemas naturales por todo el municipio para que los beneficios lleguen a toda la ciudadanía.
  • El desarrollo de parques y zonas azules (fuentes, ríos, lagos, mares) conectadas entre sí.
  • La promoción y mejora de los entornos existentes y la adecuación de otros nuevos a partir de solares desocupados, tejados, balcones, etc.

4) Actividad física

De acuerdo con investigaciones realizadas por la OMS, el sedentarismo se considera un problema de salud pública. Para combatirlo, desde la planificación urbana y de transporte, es necesario crear entornos que prioricen los desplazamientos a pie y en bicicleta, cuenten con espacios al aire libre y faciliten los viajes activos (a pie o en bicicleta) y en transporte público.

Según datos publicados por ISGlobal, la mitad de los recorridos en automóvil dentro de las urbes, cubren trayectos de menos de 5 km. Esta distancia se podría recorrer en transporte activo, lo que aumentaría el ejercicio físico y reduciría los niveles de contaminación acústica y del aire.

5) Temperatura

ISGlobal también afirma que la temperatura nocturna puede llegar a ser hasta 10ºC más alta en los entornos urbanos que en los alrededores. Esto genera lo que los expertos denominan ‘islas de calor’, un efecto que puede desencadenar enfermedades cardiovasculares y respiratorias en la población.

Por eso, desde el diseño urbano se debe pensar en la ejecución de obras y proyectos que ayuden en la prevención del aumento de las temperaturas. Además de la planificación urbana y de transporte, es fundamental:

  • Mejorar el aislamiento de los edificios para depender menos del uso de aire acondicionado.
  • Cambiar los materiales urbanos por otros que absorban menos la radiación solar.
  • Aumentar la vegetación urbana. Esto hace que haya más sombras y menos temperatura radiante.
  • Reducir el calor que se produce por actividades humanas, como la calefacción.

Actualmente, las ciudades enfrentan retos importantes desde la planificación y el desarrollo de proyectos inmobiliarios para la construcción de espacios más sostenibles y saludables. Para hacerle frente a estos desafíos, los sectores privado y público deben trabajar en equipo y liderar iniciativas en pro de la salud pública y el bienestar social.

*Estos datos, tomados de la Organización Mundial de la Salud e ISGlobal, son informativos y no obedecen a recomendaciones del Fondo Inmobiliario Colombia.